El Evangelio que Transforma
- 26 ene
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"Porque el verdadero evangelio anuncia la muerte y resurrección de Cristo. Tú debes creerlo, retenerlo y predicarlo."
Introducción
El evangelio es el mensaje central del cristianismo. A pesar de su claridad en las Escrituras, muchas veces podemos creer una versión distorsionada de él. Pablo en 1 Corintios 15:1-11 reafirma la importancia de este mensaje y nos exhorta a responder adecuadamente a él. A lo largo de este sermón, reflexionaremos sobre cómo debemos responder al evangelio, cuál es su contenido y cuál es nuestra responsabilidad ante él.
Una Respuesta Adecuada al Evangelio de Cristo
El apóstol Pablo comienza recordando a los corintios el evangelio que ya habían recibido, en el cual estaban firmes y por el cual eran salvos, si lo retenían fielmente. No basta con haber escuchado el evangelio una vez; es necesario perseverar en él. Existen muchas falsificaciones del evangelio que pueden llevarnos a creer en vano, por eso debemos asegurarnos de que nuestra fe es genuina y está basada en la verdad.
El evangelio tiene poder para salvar, pero ese poder solo se manifiesta cuando es predicado y recibido con fe. Pablo advierte a los corintios sobre el peligro de creer en vano, es decir, de recibir el mensaje sin permanecer en él. Este llamado es también para nosotros hoy: debemos examinar nuestra fe y asegurarnos de que estamos firmes en la verdad del evangelio.
El Contenido del Verdadero Evangelio
Pablo define el evangelio de manera clara y precisa. No es un mensaje inventado por los hombres, sino la revelación de Dios para la salvación de la humanidad. ¿Qué es lo que Pablo recibió y transmitió fielmente?
Cristo murió por nuestros pecados. Su muerte no fue un accidente ni un evento sin propósito, sino el sacrificio necesario para nuestra redención. Fue sepultado, lo que confirma la realidad de su muerte. Pero su historia no terminó ahí: resucitó al tercer día, cumpliendo las Escrituras y venciendo la muerte. Y no solo eso, sino que se apareció a muchos testigos, asegurando la veracidad de su resurrección.
Estos elementos son esenciales e inalterables. Si se cambia algo de este mensaje, deja de ser el evangelio de Cristo. Así como un violín Stradivarius pierde su esencia con la mínima modificación, el evangelio pierde su poder si se altera. No podemos añadirle ni quitarle nada; debemos predicarlo tal como fue dado.
Predica el Evangelio por la Gracia que Has Recibido
Pablo reconoce que no era digno de ser apóstol, pero por la gracia de Dios fue transformado y llamado a predicar. No predicamos el evangelio porque seamos dignos, sino porque Dios nos ha mostrado su gracia. No importa quién lo predique, sino que el mensaje sea anunciado fielmente.
La fidelidad en predicarlo garantiza que otros también crean y sean salvos. Pablo entendió que el evangelio no es solo para ser creído, sino para ser proclamado. Esa es también nuestra responsabilidad hoy: compartir la buena noticia con otros, asegurándonos de que la reciban de manera fiel y sin alteraciones.
Conclusión
El evangelio no es solo para los nuevos creyentes, sino el fundamento de nuestra fe y vida cristiana. No es un mensaje que podemos abandonar con el tiempo, sino una verdad en la que debemos permanecer firmes. Pablo nos enseña que debemos creer en el evangelio verdadero sin alteraciones, retenerlo firmemente en nuestra vida y predicarlo fielmente para que otros sean salvos.
Así como los primeros cristianos llevaron este mensaje hasta los confines del mundo, nosotros hoy somos llamados a hacer lo mismo. Que Dios nos ayude a ser fieles al evangelio de Cristo, a permanecer en él y a proclamarlo con valentía.
Oración Final
Señor, gracias por la verdad de tu evangelio. Ayúdanos a creerlo con todo nuestro corazón, a retenerlo fielmente y a predicarlo con valentía. Que nada nos desvíe de tu verdad y que muchos más puedan conocer la salvación en Cristo Jesús. Amén.