Descubre cómo Cristo es nuestro tesoro más grande, superando la envidia hacia la prosperidad de los impíos y encontrando plenitud en Él.

Sumérgete en el Salmo 72, un llamado a la justicia y compasión que resuena a través de los tiempos, invitando a la reflexión y al cambio.

Si Dios es tu Dios, Él debe ser tu anhelo, tu deleite y tu defensor.

En el arrepentimiento sincero encontramos perdón, renovación y esperanza para comenzar de nuevo con un corazón puro.

Porque las riquezas de este mundo no pueden redimirte, tú debes confiar en Cristo como tu único Salvador.

Cristo es nuestro pastor por lo tanto no temas, pues su amor y misericordia estarán contigo.

Aquel que tiene su confianza puesta en Cristo tendrá un refugio seguro en la vida y en la muerte.

Porque Dios ama la justicia, tú debes refugiarte en la justicia y rectitud de Jesús.

El reino del Hijo de Dios es refugio para los que se someten a Él, pero destrucción para los que se rebelan.

Porque vemos el fruto de la vida y el destino eterno del hombre bienaventurado, tú debes deleitarte y meditar en la Palabra de Dios.